domingo, 30 de septiembre de 2012

La inmaculada transición


Revolotea de nuevo sobre nuestras cabezas el mito de la Inmaculada Transición, propiciada por uno serie de acontecimientos. La muerte de Santiago Carrillo, a quien políticos de diferentes partidos, como Rajoy, Herrero de Miñón, Martín Villa, Llamazares, Rubalcaba, Pujol han dedicado todo tipo de alabanzas por su protagonismo en el advenimiento de nuestra democracia. Quien no ha querido comentar nada ha sido José María Aznar. Sobre la actuación de D. Santiago en este momento hay suficiente material para escribir muchos libros. Estas líneas no parecen adecuadas para esta tarea, no obstante puede ser significativo un chiste gráfico de 1977: en un mitin Carrillo señala: ¡Sí a la Monarquía! ¡Sí a la bandera! ¡Sí a la Iglesia! ¡Sí a las bases! ¡Sí a la unidad de la patria!, y alguien del auditorio le replica: ¡Macho deja algo para Fraga! Sobre su figura desde la derecha más reaccionara ha recaído el estigma de Paracuellos, ya que les ha servido y sirve como tapadera de los numerosos crímenes de la dictadura franquista: un auténtico genocidio. Afortunadamente José Luis Ledesma, Paul Preston, Ángel Viñas, historiadores de verdad, acaban de publicar un definitivo artículo tras un laborioso trabajo de investigación, según el cual la matanza de Paracuellos fue una recomendación de la NKVD, y quien la puso en marcha fue Pedro Fernández Checa, secretario de Organización del PCE.

La manifestación del 11-S en Barcelona por la independencia de Cataluña y la visita frustrada de Artur Mas a La Moncloa para solicitar un pacto fiscal a Rajoy, indican que están próximas las elecciones autonómicas. Por ello, la Jefatura del Estado en su página web ha publicado una sustanciosa carta, en la que reconociendo la dificultad de la coyuntura económica, social y política, recomienda que para superarla debemos actuar unidos, y no perder el tiempo en escudriñar sobre nuestras esencias; y recuperar los valores del trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético- de la Transición. Por cierto, quien ha emitido tales juicios debe su trono al Dictador, al que dedicó en su primer discurso oficial como Rey de España las siguientes palabras, de las que todavía --que yo sepa-- no se ha arrepentido: Una figura excepcional entra en la Historia-Con respeto y gratitud quiero recordar su figura- Es de pueblos grandes y nobles saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda su vida a su servicio-

Se ha convertido en una mala costumbre que siempre que la democracia en España sabe a decepción o engaño, como ahora, se recurre a la Inmaculada Transición, como si fuera el bálsamo de Fierabrás para solucionar todos los problemas. Esos supuestos valores son cuestionables, aunque quien tiene la valentía de hacerlo es acusado con acritud de poner en peligro nuestra democracia que tantos esfuerzos nos ha costado construir. Se ha impuesto que nuestra Constitución de 1978 es el paradigma de política de consenso entre las diferentes fuerzas políticas. La redacción del artículo 2 que fundamenta la indisoluble unidad de la nación española no fue consensuada. Según el profesor Xacobe Bastida Freixido, en el transcurso de la discusión de las enmiendas de tal artículo, y cuando Solé Tura presidía la ponencia, apareció un mensajero con una nota procedente de la Moncloa señalando cómo debía estar redactado tal artículo. El texto de la nota coincide casi exactamente con el actual artículo 2° de la Constitución. En la misma línea de cuestionar esos presuntos valores de la Transición, es el libro de Juan Carlos Monedero La Transición contada a nuestros padres. Nocturno de la democracia española, momento en el que se corrió un tupido velo sobre los muertos asesinados por las tropas franquistas y que todavía reposan en las cunetas. La izquierda tuvo que hacer muchas concesiones. Tuvo que asumir la idea de que la democracia se inició en España con la Constitución de 1978, y no en los tiempos de la II República. La derecha en este país no ha tenido problema alguno en construir un relato remontándose a tiempos inmemoriales de nuestra historia, desde Viriato, Pelayo, los Reyes Católicos, Pavía, Lepanto, la Guerra de la Independencia, Cánovas del Castillo, Franco y ahora Juan Carlos I. En cambio la izquierda no ha sabido o querido por miedo construirlo, cuando no escasean los momentos para poder hacerlo: la revolución española de 1808-1814, el Sexenio Democrático (1868-1874) y la II República iniciada por aclamación popular y sin sangre en 1931.

Creo que ya es hora de sacar la Transición a escena y bajarla de ese pedestal para enseñar sus vergüenzas. No se puede construir una democracia con un campo minado de fosas comunes y de desmemoria. Estoy cada vez más convencido de que muchos de los males de nuestra democracia tienen su origen en las carencias de la Transición. Lo honesto sería afirmar: "Hicimos lo que pudimos, lo que nos dejaron, lo que nos atrevimos". En cambio, no lo es: "Ejecutamos la mayor hazaña democrática de la historia de España". No se trata de reprochar a nadie de haber sido cobarde. Se trata de reprocharle que diga que fue un héroe.

CÁNDIDO Marquesán Millán, 
Profesor de Instituto

Tampoco fue santa


El profesor Herminio Ramos ha escrito en su habitual sección de este periódico que la Transición «no fue tan modélica ni tan feliz»; ni tan santa, en opinión de algún clérigo fundamentalista que llegó a considerarla consecuencia del perjurio de una clase política. Para otros con la Transición se abrió la Caja de Pandora de la que han salido los graves males del presente: la quebrantada paz social, la degeneración de la moral pública, el peligro inminente de rompimiento de la unidad nacional etc, etc. Es cierto que en su día el cambio fue recibido con satisfacción y esperanza en el país y complacencia en el extranjero; pero no pocos españoles se sintieron profundamente defraudados y tristes porque creían que en cierto modo se trastocaba el signo de la ya lejana contienda civil. Lógicas reacciones, porque ninguna decisión política tiene la virtud de contentar a todos; unos ganan y otros, no; lo corriente es que son más numerosos los ganadores. Herminio Ramos ha llegado a la citada conclusión «echando la vista atrás» y contemplando «donde estamos». O sea: «sic rebus stantibus», es llegado el momento de recordar con talante sincero. Recordamos:

Muerto Franco, dos posturas antagónicas se manifestaron ante el ineludible cambio político. La resurgida izquierda y compañía propugnaban la ruptura radical e inmediata con el régimen anterior, y en consecuencia aconsejaron la abstención en el referendo sobre la ley de Reforma: «Votes sí, votes no es lo mismo, ayudas al fascismo». De la otra parte, los herederos del franquismo (¿a beneficio de inventario?) defendían la reforma argumentando para evitar suspicacias de los suyos: Se conserva lo que vale, se reforma lo que se quiere conservar. ¿Qué es lo que valía y se iba a conservar? Los hechos han de mostrado que pocos valores esenciales merecieron el privilegio de ser conservados. Pronto se supo quienés -democráticamente, por supuesto- se habían llevado el agua a su molino: se produjo la ruptura total, y enardecido, uno de los triunfadores prometió que pronto España no sería reconocida ni por la madre que la parió. Aquel pronóstico que sonaba a chulesca amenaza, se ha cumplido con creces. Y en este caso hay que llorar por la leche derramada.

Parece normal y lógico que los ganadores cuenten a su gusto la guerra. Así se hizo en el franquismo y, acaso con mayor descaro, se expresan los agraciados con el regalo de la victoria inesperada. En el último de sus artículos publicados en ABC, Hermann Terlsch, comentarista pugnaz y bien informado denuncia la imposición del dogma de la izquierda sobre la sociedad antifranquista, aceptado por una derecha cobarde. Lo que es evidente no necesita demostración, y es universalmente reconocida la dominación hegemónica de los partidos izquierdistas sobre la propaganda. Pero se nos antoja inevitable ponderar el tratamiento exquisito dispensado por políticos y comentaristas de todo signo a Santiago Carrillo, a quien Dios haya concedido la gloria que por las trazas él no esperaba. «De mortuis nil nissi bonum», reza una caritativa frase latina: de los muertos hay que decir solo lo bueno. Pero no está permitido exagerar las virtudes ni siquiera en la homilía litúrgica de las misas de difuntos. Han llovido los elogios al famoso comunista: solo le ha faltado que alguno de sus devotos lo considerara patricio ejemplar y bonachón. Sin embargo, más de un articulista lo ha presentado como el gran factotum de la Transición. Es verdad que convencido según se dijo, por su camarada Ceaucescu, se avino a desempeñar un papel relevante, tal vez fundamental en los momentos difíciles del cambio. El ideólogo, el factor y el motor del cambio fueron otros, como se ha repetido con insistencia, a veces empalagosa. Si no padre, podría ser reconocido padrino de la Transición; también podrían ser considerados padrinos Ceaucescu, ajusticiado por genocida; Olov Palme, el sueco de la hucha, asesinado en circunstancias oscuras; el presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, procesado por malversación; y otras figuras políticas extranjeras de mayor relieve y muy distinta categoría moral. La cosa es que la Transición mereció mejores padrinos. Pero de la Transición se ha escrito mucho y no se ha contado todo.

RUFO GAMAZO RICO, La Opinión de Zamora.

jueves, 27 de septiembre de 2012

La última sesión de Cortes de la República


Título : La última sesión de Cortes de la República
Autor(es) : Ibárruri, Dolores, 1895-1989
Palabras clave : Historia
Segunda República, 1931-1939
España. Cortes Generales
Parlamentarios
Fecha de publicación : 1-sep-1976
Citación : Tiempo de historia. Año II, n. 22 (1 sep. 1976),p. 4-17
URI : http://hdl.handle.net/10366/23318
Aparece en las colecciones: Tiempo de historia. Año II, n.22

Algunas ideas de Juan de Mairena sobre la guerra y la paz*

* Antonio Machado, Hora de España (1937).

Los futuros maestros de la paz, si algún día aparecen no serán, claro está, propugnadores de ligas pacifistas entre entidades polémicas. Ni siquiera nos hablarán de paz, convencidos de que una paz entre matones de oficio es mucho más abominable que la guerra misma. Ni habrán de perseguir la paz como un fin deseable sobre todas las cosas. ¿Qué sentido puede tener esto?. Pero serán maestros cuyo consejo, cuyo ejemplo y cuya enseñanza no podrán impulsarnos a pelear sino por causas justas, si estas causas existen, lo que esos maestros siempre pondrán en duda.

Yo os enseño, o pretendo enseñaros, a contemplar. ¿El qué?, me diréis. El cielo y sus estrellas, y la mar y el campo, y las ideas mismas, y la conducta de los hombres. A crear la distancia en este continuo abigarrado de que somos parte.
Yo os enseño, o pretendo enseñaros, a meditar sobre todas las cosas contempladas, y sobre vuestras mismas meditaciones. La paz se nos sigue dando por añadidura.
Yo os enseño –en fin-, o pretendo enseñaros, el amor al prójimo y al distante, al semejante y al diferente y un amor que exceda un poco al que os profesáis a vosotros mismos, que pudiera ser insuficiente.
No diréis, amigos míos, que os preparo en modo alguno para la guerra, ni que a ella os azuzo y animo como anticipado jaleador de vuestras hazañas. Contra el célebre latinajo, yo enseño: si quieres paz, prepárate a vivir en paz con todo el mundo. Mas si la guerra viene, porque no está en vuestra mano evitarla, ¿qué será de nosotros –me diréis- los preparados para la paz? Os contesto: si la guerra viene vosotros también tomaréis partido sin vacilar por los mejores, que nunca serán los que la hayan provocado, y al lado de ellos sabréis morir con una elegancia de que nunca serán capaces los hombres de vocación batallona.


Els fets d'Octubre de 1934






La Revolución de Octubre de 1934 en Asturias


Toma de posesión del cargo de Presidente de II República, Don Niceto Alcalá-Zamora y Torres





Esta película de "España Film" recoge lo acontecido el 11 de diciembre de 1931 cuando don Niceto Alcalá-Zamora prometió su cargo en el Congreso de los Diputados. La Constitución fue aprobada de manera definitiva el 9 de diciembre y el día siguiente tuvo lugar la elección de Niceto Alcalá-Zamora como Presidente de la República. Fuente: Museo D. Niceto Alcalá-Zamora.

martes, 25 de septiembre de 2012

Vicenç Navarro: La necesidad de una segunda Transición y una nueva Constitución


Una de las mayores sorpresas que me encontré a la vuelta de mi largo exilio fue la enorme complacencia (que existía en los mayores círculos políticos y académicos del país, así como en los fórums mediáticos que gozaban de mayor difusión) sobre la transición ocurrida en España de la dictadura a la democracia, proceso unánimemente definido en aquellos círculos y fórums como modélico. Tal complacencia se extendía también en la evaluación, por parte de tales establishments, del sistema democrático que la transición había producido (que se presentaba como homologable a cualquier otra democracia de la Unión Europea) y del Estado del Bienestar. Lo que mejor reflejaba este sentimiento era el eslogan promovido por el gobierno Aznar de que ”España va bien”, al cual la coalición conservadora-liberal presidida por Jordi Pujol en Catalunya añadía “y Catalunya va mejor”.

España no ha resuelto su enorme déficit social

Los datos, sin embargo, no confirmaban tal complacencia. España continuaba y continúa a la cola de la Europa Social, con uno de los gastos públicos sociales por habitante más bajos de la Unión Europea. España estaba lejos, y continúa estándolo, de haber alcanzado la cohesión social que el nivel de desarrollo del país permitía. El PIB per cápita español es ya el 94% del promedio de la Unión Europea de los Quince (UE-15), el grupo de países más ricos de la UE. Y en cambio, el gasto público social por habitante representa únicamente el 72% del promedio del gasto público social por habitante de la UE-15. España se gasta 66.000 millones de euros menos de lo que debería gastarse por su nivel de desarrollo económico. Que el Estado español no los gaste es debido a que no los recoge, siendo España uno de los países que tiene un Estado más pobre de tal comunidad. Los ingresos al Estado representan sólo un 32% del PIB, mucho más bajo que el promedio de la UE-15, 44%, y mucho, mucho más bajo que Suecia, 52%, uno de los países con mayor grado de cohesión social en la UE-15.

El hecho de que el Estado español no recoja los fondos existentes en la sociedad es consecuencia del enorme dominio que las fuerzas conservadoras tienen sobre el Estado español y su política fiscal. Mientras que las personas que están en nómina (la clase trabajadora y gran parte de las clases medias) pagan sus impuestos sobre la renta en unos porcentajes semejantes (ligeramente inferiores) al promedio de la UE-15, las rentas superiores, que derivan principalmente sus ingresos de la propiedad y gestión del capital, pagan sólo el 20% de lo que pagan sus homólogos en el promedio de la UE-15 (resultado del gran número de deducciones). Además, España es el país donde existe mayor fraude fiscal, concentrado en un sector muy minoritario. El fraude fiscal de las grandes fortunas y grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año representa nada menos que 44.000 millones de euros, el 72% de todo el fraude fiscal existente en España, fraude realizado en su gran mayoría con la complicidad de la banca, máxima beneficiaria de los paraísos fiscales. Esta realidad es ampliamente conocida en España y prácticamente ignorada por el Estado. Según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español, el 80% de las inspecciones tributarias ocurren en el sector de los autónomos, una minúscula parte de los mayores defraudadores del fisco. Uno de los máximos defraudadores, el presidente del Banco de Santander, el Sr. Botín, ha sido prácticamente amnistiado dos veces por los gobiernos del Estado español.

La otra causa de que los ingresos al Estado sean tan bajos es el bajo porcentaje de la población que trabaja y paga impuestos, resultado de la escasa participación de la mujer en el mercado de trabajo, consecuencia del subdesarrollo de los servicios públicos de ayuda a las familias, que deben facilitar tal integración, debido al escaso desarrollo del Estado del Bienestar en España, incluido los servicios públicos tales como escuelas de infancia (mal llamadas en España guarderías) y los servicios de atención a las personas con dependencia (ver mi libro El Subdesarrollo social de España. Causas y Consecuencias. Anagrama. 2006).

La evidencia de que España (y Catalunya) está a la cola de la Europa social es abrumadora y las políticas de austeridad están empeorando todavía más este retraso y déficit social. Para cualquier observador con una mínima sensibilidad social debería estar claro que España no iba bien y continúa no yendo bien. El tema social está sin resolver en nuestro país.

España no ha resuelto el tema nacional

Pero hay otro problema, el tema nacional, que tampoco está resuelto, y el enorme crecimiento del independentismo en Catalunya es un claro indicador de ello. De hecho, esta irresolución del tema nacional responde a la misma causa del retraso social de España: el enorme dominio de las fuerzas conservadoras sobre el aparato del Estado, resultado de cómo se hizo la transición. España es un país que se ha construido sobre la existencia de varias naciones, resultado de una historia no siempre pacífica en la que hubo vencedores y vencidos. Resultado de ello es que algunas naciones dentro de España tienen más poder que otras, y la nación basada en Madrid tiene un enorme poder, fácilmente detectable en el análisis del sistema radial de transportes. Es mucho más fácil ir por tren de la periferia al centro (Madrid) que entre Barcelona y Bilbao, por ejemplo. Esta realidad, que es obvia, continúa siendo negada por el establishment español centrado en Madrid, que incluso afirma que España es ya en la práctica un sistema federal. He vivido muchos años en un Estado Federal, Estados Unidos, y no hay comparación entre lo que se permite en España y lo que ocurre en EEUU. Los que indican que ya casi tenemos un Estado Federal no conocen como funciona un Estado Federal.

Tenemos un Estado de autonomías, cuyo objetivo era, precisamente, negar la plurinacionalidad de España. El “café para todos” conducirá inevitablemente a la desarticulación de España, pues el Estado español no puede absorber diecisiete Catalunyas. La falta de aceptación del carácter plurinacional por parte del establishment español (basado en Madrid) está llevando a la destrucción de España. Si cada demanda de Catalunya va acompañada de dieciséis demandas iguales, veremos el fin de España, pues España no es la suma de diecisiete naciones. Esta realidad se malinterpreta maliciosamente por el establishment español como una demanda insaciable, fruto de un “victimismo”. Y de tanto discutir estamos ya todos agotados, un sentimiento que explica que en Catalunya el independentismo esté creciendo. Miles y miles de catalanes (en realidad millones) que nunca habían sentido la necesidad de separarse de España, hoy la sienten.

Es obvio también que el establishment español centrado en Madrid no entiende, o no quiere entender, esta realidad, consecuencia de su excesivo poder realizado a costa de otras naciones y regiones de España. La ridiculización de esta realidad por parte de autores como Fernando Savater, entre otros miles, muestra una profunda ignorancia de cómo funciona un Estado Federal. El sarcasmo sobre lo que llama “victimismo catalán” es característico del nacionalismo español. Sería de desear que Savater estudiara mejor los datos y dejara de alimentar el independentismo en Catalunya.

El enorme poder de las derechas en España

El enorme retraso social de España y la irresolución del tema nacional, responden a la misma causa. La enorme influencia de las fuerzas conservadoras sobre el Estado español, resultado de una transición de la dictadura a la democracia, que distó mucho de ser modélica, pues se hizo en términos muy favorables a las fuerzas ultraconservadoras, herederas del franquismo, que controlaban el Estado y la mayoría de medios de información. Y ello como consecuencia del enorme desequilibrio de fuerzas en aquel momento. Frente a las derechas, enormemente poderosas (con un Ejército vigilando lo que pasaba) había unas izquierdas (que lideraban el movimiento democrático) que acababan de salir de la clandestinidad. Éstas últimas tuvieron que adaptarse a aquel Estado, renunciando a demasiado. El bochornoso e injusto trato del Estado español hacia “los desaparecidos” es un indicador más de ello. Sólo hace falta comparar el tratamiento recibido por las víctimas del terrorismo de ETA con el recibido por las victimas del terrorismo de Estado dictatorial. A unos se les ha ofrecido todo tipo de reconocimientos y a los últimos prácticamente se les ha ignorado, sin que el Estado se haya responsabilizado de encontrar a los asesinados desaparecidos. ¿Se imaginan que a los asesinados por ETA se les hubiera dejado abandonados en la cuneta sin que el Estado buscara sus cuerpos, ayudando a sus familias a enterrarlos? Todo ello es resultado del enorme poder de las fuerzas conservadoras sobre el Estado y la denunciable adaptación de la socialdemocracia española a las estructuras de poder, que se abrieron durante la transición para dar cabida a tales fuerzas políticas, en las que el nacionalismo extremo españolista, heredado del franquismo, continuó dominando la cultura política (y mediática) del país.

La Constitución, también inmodélica

La Constitución española refleja este desequilibrio. Aceptar tal Constitución es aceptar el dominio conservador en estas instituciones consecuencia de aquel desequilibrio. No es sorprendente que hoy los que recurren más a la Constitución son aquellos que pertenecen al establishment español, basado en Madrid, pues son los que se beneficiaron más de aquel desequilibrio.

La única salvación para España es una segunda transición, más equilibrada, que haga una reforma constitucional profunda en sentido casi opuesto a lo que se está haciendo. Es también fruto de la enorme influencia de las fuerzas conservadoras en el país que la Constitución constantemente referida casi como sacrosanta, fuera cambiada en cuestión de horas cuando se exigió que se modificara para incluir el Pacto Fiscal (por órdenes de la Sra. Merkel), lo cual se consiguió mediante la reunión de los dirigentes de los dos partidos, el PP y el PSOE, que aprobaron tal cambio, cambio también aprobado por la derecha catalana, CiU. Este Pacto Fiscal condenará a España a un retraso social permanente.

Y esta misma Constitución ahora se considera incambiable, cuando se pide una cosa tan elemental como que el pueblo catalán pueda participar en un referéndum sobre si desean separarse de España o no (entre otras opciones). Sé que se me dirá que ello es posible, ignorando que los referéndums permitidos por la Constitución (que se cuentan con los dedos de una mano) son consultivos y que tienen que ser aprobados antes por las Cortes Españolas. Es impensable que el Estado de Maryland en EEUU para hacer un referéndum tuviera que pedir permiso al Congreso de EEUU. Naturalmente que las Cortes Españolas tendrían que participar en el proceso de decisión de la separación de Catalunya de España, si ello ocurriera. Pero ello es distinto a que el pueblo de Catalunya haga el referéndum cuando quiera y como quiera su Parlament (a pesar, por cierto, de su limitada representatividad, que comparte con las Cortes Españolas, al estar elegidos los parlamentarios con la misma ley electoral que sistemáticamente discrimina sobre todo a las izquierdas). El nacionalismo españolista hará todo lo posible para que no se haga el referéndum, con lo cual el movimiento independentista aumentará exponencialmente.

Una última observación de tipo personal. Hay una enorme confusión en España sobre lo que casi sistemáticamente se define como nacionalismo catalanista, identificando cualquier reconocimiento de que Catalunya es una nación, con la derecha. Se ignora que las fuerzas que lucharon más en defensa de la nación catalana durante la dictadura fueron las izquierdas en Catalunya (una persona de izquierdas tiene que estar en contra de cualquier forma de explotación, sea ésta de clase, de género, de raza o también de nación). El liderazgo del PSUC en defender Catalunya lo ha reconocido incluso Jordi Pujol, el dirigente histórico de la derecha nacionalista. Pero esta defensa no era por la independencia de Catalunya. El independentismo fue una fuerza menor, tanto en la lucha antifascista como después. La lucha (y no hay otra manera de definirlo) de las izquierdas era una defensa de una nación catalana dentro de una España plurinacional, que la II República había iniciado pero cuyo intento fue interrumpido por las armas. Fue una movilización popular de izquierdas que llevó al presidente Companys a proclamar “el estado catalán dentro (repito dentro, nota mía V.N.) de la República Federal española”. Fue solo horas después que, como recordaba José Luis Cebrián en su artículo este domingo en su diario El País, “el ejército ocupó los edificios oficiales de Barcelona, encarcelando al President Companys (y también a Azaña que estaba en aquel momento en Barcelona)”. Es indicador de la enorme debilidad de la democracia española que Juan Luis Cebrián alertara en las páginas de su diario de que esto podría ser un resultado de lo que está ocurriendo en Catalunya. Por lo visto, el Sr. Cebrián parece no ser consciente que la admisión de este hecho muestra lo enormemente insuficiente que fue la transición, a la cual El País siempre ha presentado como modélica. Algunos de nosotros recibimos gran cantidad de abusos por señalar lo inmodélica que fue aquella transición pues no cambió la relación de fuerzas dentro del supuestamente nuevo estado democrático, lo cual determinó el subdesarrollo social de España y la irresolución de su plurinacionalidad.

El movimiento antifascista en Catalunya fue liderado por las izquierdas que no eran separatistas y no pedían la independencia de Catalunya. En miles de hogares catalanes, incluido el mío, la bandera catalana estaba siempre al lado de la bandera republicana. Mis padres y su generación lucharon para alcanzar una Catalunya democrática, justa y libre, dentro de una España democrática, justa y libre, en la cual se encontraría Catalunya. Y esto es por lo que luchó gran parte de mi generación en Catalunya en los años cincuenta, sesenta y setenta. Ha sido la imposibilidad de alcanzar esta situación lo que explica que muchos de los hijos y nietos de tales generaciones que, identificando España con esta España dominada por el nacionalismo españolista, ha abandonado el intento de cambiar España y se están centrando ahora en conseguir la Catalunya que sus padres y abuelos también desearon. Pero, agotados ya por tanta oposición y resistencia (que requeriría un cambio sustancial dentro de España que creen imposible que se realice), decidieron hacerlo fuera de ella. Ni que decir tiene que ni toda la población catalana es independentista ni todos los que estaban en la marcha lo eran. Pero que hay un sentimiento de hartazgo con esta España (gobernada hoy por los herederos del franquismo) sí que está bastante generalizado pues han coincidido el déficit social, con el déficit democrático, y el déficit nacional.

Sería paradójico que ahora este movimiento de protesta lo liderara el gobierno de derechas nacionalista catalán que siempre (repito siempre) ha apoyado las medidas antisociales del gobierno del PP, que han dañado enormemente a las clases populares de España, y de Catalunya, y que en el Parlament catalán han siempre contado con el apoyo para sus recortes que están desmantelando el estado del bienestar catalán del mismo PP perjudicando enormemente al pueblo catalán. En realidad, tal como indico en otro artículo (“Lo que está ocurriendo en Catalunya, y en España” Público 20.09.12), lo que estamos viendo en Catalunya es el intento del partido gobernante, CiU, de aprovechar tal movimiento popular para sus propios fines electorales, haciendo olvidar a la población (con la ayuda de los medios públicos de información de la Generalitat, Catalunya Ràdio i TV3, abusivamente utilizados por CiU) de los enormes recortes, y casos de corrupción que mostraban un claro impacto negativo en su popularidad.

Esta observación no quiere decir, como se ha malinterpretado en algunos medios de Madrid, que el movimiento del 11-S sea una maniobra de CiU para ocultar tales realidades. Tal movimiento es popular porque responde a reivindicaciones que son justas y necesarias, y que deben atenderse. Pero, que el gobierno CiU las está intentando canalizar para sus fines electorales es obvio. Sería importante que las izquierdas y los sindicatos que acudieron a la manifestación (y los sindicatos fueron en pleno) no permitieran que ello ocurriera. Y para ello sería importante que establecieran complicidades con las izquierdas españolas (que son federalistas y han aprobado el derecho a la autodeterminación) para coordinar esfuerzos y así facilitar, no solo el cambio en Catalunya sino también en España, sin lo cual el cambio en Catalunya sería incluso más difícil. No hay que olvidar que la intervención militar en Barcelona, que Cebrián cita, contribuyó, como respuesta más tarde, a la victoria electoral en toda España del Frente Popular. Ni que decir tiene que los tiempos son muy diferentes y los probables acontecimientos serán distintos. Pero hay que ser consciente de que Catalunya y España han estado viviendo estos años gran agitación social. Y en Barcelona hemos visto ya en lo que va de año varias manifestaciones y veremos otras. Y sería un gran error que no confluyeran para exigir una nueva realidad en Catalunya y también en España.

Vicenç Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España).

Fuente: Público.

El estado de la nación (y del periodismo impreso)


Fuente: kiosko.net

lunes, 24 de septiembre de 2012

Rubalcaba está dispuesto a cambiar la Constitución para ir a un modelo federal


Entrevista en la Cadena Ser.

CiU propone una consulta sobre la soberanía de Cataluña


Memoria Grupo Prisa



Spot grupo Prisa "El futuro está aquí"

De Puerto Rico a Mallorca



Portada de El Mundo (fuente Kiosko.net)

Mas, el inoportuno; por Martín Prieto

"Como máxima representación del Estado, el Molt Honorable Artur Mas está pisando lo que literalmente llamaríamos ‘Alta Traición’, golpe de Estado o sencillamente felonía".


felonía.
(De felón).
1. f. Deslealtad, traición, acción fea.

La Corona mueve ficha

Zarzuela rediseña el papel de la Monarquía para afrontar los tiempos convulsos y contrarrestar el ‘caso Urdangarin’ El País.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Aznar: "Nadie va a romper España"


Aznar: "Quienes lo intenten no solo cometen una deslealtad, cometen una gravísima equivocación"
Las frases lapidarias de Aznar sobre el nacionalismo. (El Periódico de Catalunya).

Purga en la televisión pública


El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique explicará en el Congreso la ola de cambios.

La pinacoteca perdida de ETA


En 1970 unos estudiantes guipuzcoanos en nombre del Frente Cultural de ETA lograron en París que Miró, Tàpies, Canogar y Brossa donaran obras que desaparecieron misteriosamente

Escolta, Catalunya


Es necesario un pacto de Estado ante la crisis económica, la institucional de España y la de la construcción de Europa Editorial de JUAN LUIS CEBRIÁN : su particular apuesta.

viernes, 21 de septiembre de 2012

El adiós a Carrillo




Santiago Carrillo contribuyó de forma crucial a encauzar la transición política española por la senda de lo que él denominaba una "ruptura pactada". Fuente: EITB


El legado de Carrillo (aquí).
Casi 100 años de vida y 38 de exilio (aquí)
De la revolución al pacto. Precoz en todo, el primer recuerdo de su vida es la figura del padre tras los barrotes de la prisión (aquí)
El último rojo (El Mundo)





"Muere el Genocida de españoles Santiago Carrillo. Todos los españoles de bien esperamos que te pudras en el infierno." Falange Española




Los siete días que hicieron temblar la Transición


Martín Villa recuerda la semana de enero 1977 en que España estuvo al borde del abismo (El País.)

jueves, 20 de septiembre de 2012

La transition en Espagne : les enjeux d'une démocratisation complexe (1975-1986)

La transition espagnole s'inscrit dans une séquence historique marquée par de profondes mutations politiques, sociales et culturelles qui devaient aboutir à l'entrée définitive de l'Espagne dans la modernité. S'il est vrai que la fin du régime franquiste donne à voir des signes d'affaiblissement (crise de légitimité de la dictature, réveil des oppositions, division de l'élite franquiste) qui laissaient présager les évolutions futures, il faudra attendre la mort du général Franco en novembre 1975 pour que débute un processus de changement politique qui débouchera sur le démantèlement des institutions autoritaires. Après la rupture constitutionnelle de 1978, la jeune démocratie espagnole entre dans une phase de consolidation qui ne devait se concrétiser qu'avec la victoire socialiste aux élections d'octobre 1982 et l'intégration de l'Espagne à la Communauté économique européenne en 1986. Cette période plus complexe que la vision souvent simplificatrice de la Transition, donnée en modèle puis sévèrement critiquée car trop oublieuse du passé, n'en a pas moins signifié la mise en place d'un système démocratique attendu depuis longtemps. La modernisation de la société espagnole s'est exprimée parallèlement dans le domaine culturel libéré de la censure. La Movida et ses excès ont incarné cette Espagne en mouvement, une image que les socialistes ont accompagnée, voire récupérée.

Sans ignorer le caractère conflictuel qu'a pu revêtir le processus transitionnel, cette question d'histoire politique, sociale et culturelle invite à considérer les défis qu'a dû relever l'Espagne d'alors : la sortie de la dictature, la réorganisation territoriale de l'État, les résistances à la démocratie, la normalisation de la position extérieure de l'Espagne et la consolidation du nouveau système politique. La réflexion doit également porter sur la transformation de la société espagnole et la diffusion d'une culture en rupture avec le passé.
Ouvrages au programme 
- Carlos Serrano et Marie-Claude Lécuyer, Otra España (documentos para un análisis), Paris, Éditions hispaniques, 1990.
- Manuel Vázquez Montalbán, Crónica sentimental de la Transición, Barcelona, Debolsillo (Ensayo actualidad), ISBN 9788497935630.
Textes et documents
- Archivo Linz de la Transición española (1973-1987), Madrid, Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales, Instituto Juan March de Estudios e Investigaciones, 2006 (disponible sur le site de la Fundación Juan March http://www.march.es/ceacs/proyectos/linz)
- Constitution espagnole de 1978 (disponible su le site http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso)
- Statuts d'autonomie (disponibles su le site http://www.congreso.es)
- Discours du roi Juan Carlos I (disponibles sur le site : http://www.casareal.es)
- Sessions parlementaires 1977-1986 (disponibles sur le site http://www.congreso.es)
- Antonio Fernández García, et al., Documentos de historia contemporánea de España, Madrid, Actas, 1996.
- La presse numérisée en ligne (El País, La Vanguardia, ABC) ainsi que la revue Triunfo (disponible sur le sitehttp://www.triunfodigital.com)
- Ángel J. Sánchez Navarro, La transición española en sus documentos, Madrid, Boletín Oficial del Estado, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 1998.
Ouvrages et articles spécifiques sur la Transition démocratique
- Sophie Baby, Olivier Compagnon et Eduardo González Calleja (éd.), Violencia y transiciones políticas a finales del siglo XX . Europa del Sur-América Latina, Madrid, Casa de Velázquez, 2009.
- Sophie Baby, « Sortir de la guerre à retardement »: http://www.histoire-politique.fr/documents/03/dossier/pdf/HP3-Baby-pdf.pdf
- Sebastián Balfour et Alejandro Quiroga, España reinventada : nación e identidad desde la Transición, Barcelone, Península, 2007.
- Bernard Bessière, La Culture espagnole. Les mutations de l'après-franquisme, 1975-1992, Paris, L'Harmattan, 1992, 416 p.
- Francisco Campuzano Carvajal (éd.), Transitions politiques et évolutions culturelles dans les sociétés ibériques et ibéro-américaines,Montpellier, ETILAL (collection Actes n° 3), université de Montpellier III, 2002.
- Francisco Campuzano Carvajal, L'Élite franquiste et la sortie de la dictature, Paris, L'Harmattan, 1997.
- Gonzalo Capellán de Miguel, Julio Pérez Serrano, (eds), Sociedad de masas, medios de comunicación y opinión pública, Historia del Tiempo presente, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, IER, 2008.
- Ramón Cotarelo, (ed .), Transición política y consolidación democrática en España (1975-1986), Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 1992.
- Sylvia Desazars de Montgaillard, La Transition démocratique en Espagne : le pari du centre, université de Toulouse, Ophrys, 1995.
- Mario P Díaz Barrado, La España democrática (1975-2000). Cultura y vida cotidiana, Madrid, Síntesis, 2006, 347 p.
- Joaquín Estefanía, La larga marcha, Barcelona, Península, 2007, 585 p.
- Ferrán Gallego, El mito de la Transición. La crisis del franquismo y los orígenes de la democracia (1973-1977), Barcelona, Crítica, 2008.
- José Luis Gallero, Sólo se vive una vez : esplendor y ruina de la movida madrileña, Madrid, Ardora, 1991.
- Gutmaro Gómez Bravo (coord), Conflicto y consenso en la transición española, Madrid, Pablo Iglesias, 2009. 300 Pags.
- Samuel Huntington, La tercera ola. La democratización a finales del siglo XX, Barcelone, Paidós, 1994.
- Santos Juliá Díaz, Los socialistas en la política española, 1879-1982, Madrid, Taurus, 1997.
- Mª Ángeles Larumbe, Las que dijeron que no. Palabra y acción del feminismo en la Transición, Zaragoza, Prensas universitarias de Zaragoza, 2004.
- Thierry Maliniak, Les Espagnols de la Movida à l'Europe, Paris, Centurion, 1996.
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- Víctor Pérez-Díaz, España puesta a prueba, 1976-1996, Madrid, Alianza, 1996.
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- Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz, (coord.), Historia de la Transición en España, Los inicios del proceso democratizador, Madrid, Biblioteca Nueva, 2007.
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- Álvaro Soto, La Transición a la democracia. España 1975-1982, Madrid, Alianza Editorial, 1998.
- Isabelle Renaudet, Un parlement de papier : la presse d'opposition au franquisme durant la dernière décennie de la dictature et la transition démocratique, Madrid, Casa de Velázquez, 2003, 566 p.
- Álvaro Soto, La Transición a la democracia. España 1975-1982, Madrid, Alianza Editorial, 1998.
- José Félix Tezanos, Ramón Cotarelo, Andrés de Blas, (eds), La transición democrática española, Madrid, Sistema, 1989.
- Manuel Trezado Romero, Cultura de masas y cambio político : el cine español de la transición, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 1999.
- Javier Tusell, Álvaro Soto, Historia de la Transición (1975-1986), Madrid, Alianza Editorial, 1996.
- Javier Tusell (coord.), La transición a la democracia y el reinado de Juan Carlos I . Historia de España Menéndez Pidal, Tomo XLII, Madrid, Espasa Calpe, 2003.
- Javier Tusell, La transición a la democracia (España, 1975-1982), Madrid, Espasa, 2007.
- Francisco Umbral, Crónica de esa guapa gente, Barcelona, Planeta, 1991.
- José Vidal-Beneyto, España a debate, I, La política, II La sociedad, Madrid, Tecnos, 1991.
- María Vilarós, El mono del desencanto. Una crítica cultural de la transición española 1973-1993, Madrid, Siglo XXI, 1998.
Catalogues d'expositions
- Manuel Ortuño Martínez (coord.), Tiempo de Transición, 1975-1982, Madrid, Fundación Pablo Iglesias, 2007.
- Josep Ramoneda (coord.), En Transición, Barcelona, CCCB y Direcció de Comunicació de la Diputació de Barcelona, 2007.
Documents audiovisuels
- Elías Andrés, Victoria Prego, La Transición, documentaire en treize épisodes d'une heure, TVE, 1995.
- Cecilia Bartolomé y Juan José Bartolomé, Después de., 1983.
Cuéntame cómo pasó, série TVE, à partir de la 8ème saison. http://www.rtve.es/television/cuentame
Ouvrages et articles spécifiques sur Manuel Vázquez Montalbán
- José Belmonte Serrano, « Crónica sentimental de la transición : España, entre la esperanza y el desencanto », in José Manuel López de Abiada et al., Manuel Vázquez Montalbán desde la memoria . Madrid, Verbum, 2010, p. 56-67.
- José F. Colmeiro, Crónica del desencanto : la narrativa de Manuel Vázquez Montalbán . Coral Gables, North-South Center Press / Universidad de Miami, 1996.
- Mari Paz Balibrea, En la tierra baldía. Manuel Vázquez Montalbán y la izquierda española en la postmodernidad . Barcelona : El Viejo Topo, 1999.
- Georges Tyras, Geometrías de la memoria. Conversaciones con Manuel Vázquez Montalbán . Granada : Zoela ediciones, 2003.
Quelques ouvrages de Manuel Vázquez Montalbán
- Manuel Vázquez Montalbán, La literatura en la construcción de la ciudad democrática . Barcelona : Crítica (Grijalbo-Mondadori), 1998.
- Manuel Vázquez Montalbán, Obra periodística 1960-1973. La construcción del columnista (edición a cargo de Francesc Salgado). Barcelona, Debate, 2010.
- Manuel Vázquez Montalbán, Obra periodística 1974-1986. Del humor al desencanto (edición a cargo de Francesc Salgado). Barcelona, Debate, à paraître en 2011.
NB
Pour les deux questions A et B, le dossier à étudier comportera au moins un extrait de l'un ou des deux ouvrages au programme ; les autres documents proposés pourront provenir de la bibliographie ou d'autres sources non signalées (presse, chanson, image). Tous seront à appréhender dans la perspective de l'axe proposé en titre du dossier et non selon une étude exhaustive.

Rapport Jury 2012

martes, 18 de septiembre de 2012

Muere Santiago Carrillo

El dirigente del PCE, protagonista destacado del antifranquismo, la Transición y la democracia, ha fallecido a los 97 años. El País.

Juan Carlos y el 'espíritu de la Transición'

Don Juan Carlos, en un mensaje publicado en la recién estrenada web de la Casa Real, apela al espíritu de la Transición para superar la actual crisis política, social y económica. "Lo peor que podemos hacer es diviidir fuerzar, alentar disensiones, perseguir quimeras y ahondar heridas", asegura (El País)


Carta de S.M. el Rey Don Juan Carlos
Madrid, 18/09/2012
"...Carta de S.M. el Rey..."


No soy el primero y con seguridad no seré el último entre los españoles que piensa que en la difícil coyuntura económica, política y también social que atravesamos es imprescindible que interioricemos dos cosas fundamentales.

La primera es que solo superaremos  las dificultades actuales actuando unidos, caminando juntos, aunando nuestras voces, remando a la vez. Estamos en un momento decisivo para el futuro de Europa y de España y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar. En estas circunstancias, lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia. Son, por el contrario, los más adecuados para la acción decidida y conjunta de la sociedad, a todos los niveles, en defensa del modelo democrático y social que entre todos hemos elegido.

La segunda es que, desde la unión y la concordia, hemos de recuperar y reforzar los valores que han destacado en las mejores etapas de nuestra compleja historia y que brillaron en particular en nuestra Transición Democrática: el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético, el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general, la renuncia a la verdad en exclusiva.


Son esos los valores de una sociedad sana y viva, la sociedad que queremos ser y en la que queremos estar para superar entre todos las dificultades que hoy vivimos.

Abril de 2011 a Marzo de 2012 (Fuente: EGM)

"une Nation d’illettrés"

 “Les connaissances des jeunes entrant en quatrième en 2023 ont fait l'objet d'une évaluation nationale portant sur 7 039 établissem...