jueves, 30 de enero de 2014

La clase media adelgaza

Más de 1.600.000 ciudadanos bajan un escalón social tras cinco años de crisis, que ha puesto a España al frente de los índices de desigualdad europeos

Los expertos advierten de que los recortes de derechos sociales impuestos por el Gobierno en aras de la austeridad tienen una difícil vuelta atrás


“Las clases medias han sido desplazadas en favor de los beneficios empresariales”. Esta frase —que podría sonar a lema electoral de un partido político progresista de no ser porque quien la pronuncia es George Plassat, primer ejecutivo de Carrefour— resume bien lo ocurrido desde que en 2008 se desatara el mayor cataclismo económico que ha sufrido España desde la Guerra Civil. Aunque las rentas medias aún son mayoritarias, muchas voces autorizadas perciben signos de agotamiento en el modelo iniciado a principios del siglo XX. Las estimaciones van en la misma dirección: poco antes de la quiebra de Lehman Brothers, laclase media española alcanzó su máximo en el 50% de la población; hoy se ha reducido al 46%, un nivel que no se veía desde finales de los noventa. El País.



viernes, 24 de enero de 2014

"No permiten conocer esa historia"


Acabamos de conocer que el Rey comunicó a Londres en 1983 que “España no estaba interesada en Gibraltar”. Que Franco decidió censurar el accidente de Palomares, mintiendo a la sociedad española sobre el grave peligro que estaba corriendo, y la reacción del Gobierno italiano ante el régimen franquista y su política exterior hasta 1958. ¿Gracias a la documentación española? La respuesta es un rotundo “no”.

Lo sabemos gracias a la desclasificación de documentos programada anualmente por los Archivos Nacionales británicos; la desclasificación de documentos del Departamento de Estado norteamericano solicitados por la ONG National Security Archives, que debían permanecer secretos hasta 2035; o la publicación periódica de los *Documenti diplomatici italiani,* avalada por el propio ministerio. La situación en España no permite conocer nada de esa historia. El archivo del ministerio está cerrado para siempre por decisión del ministro. Sus fondos han pasado a los archivos Histórico Nacional y General de la Administración, donde no se pueden consultar por razones variopintas y sorprendentes y nadie sabe cuándo se podrá hacer, según nos informan sus responsables. Por ello, también nosotros tenemos que irnos para conocer lo que ha ocurrido en España y en su acción exterior. Viva la Marca España,
también en investigación histórica.

Juan Carlos Pereira Castañares
Catedrático de Historia Contemporánea, UCM. El País



jueves, 23 de enero de 2014

Cuando el bikini perdió su indecencia


Que Pedro Zaragoza es el inventor del Benidorm moderno es algo que nadie discute en la ciudad turística. Que sus medidas para conseguirlo fueron novedosas para la época y, a veces, hasta escandalosas, tampoco.
Pedro Zaragoza viajó a El Pardo en Vespa para defender su uso
Este alcalde franquista consiguió convertir un pequeño pueblo de pescadores en una potencia turística. Para ello ideó un plan general que ya preveía el desarrollo de la ciudad a muchos años vista y decidió sacudirse complejos y moralinas para defender el uso de una prenda que escandalizaba a la «gente decente» de la época: el bikini. Y defenderlo ante quien fuera, incluso ante el mismísimo Franco, aunque esto supusiera que tuviera que ir en su Vespa hasta Madrid para convencer al dictador.
Las peripecias de Pedro Zaragoza para conseguir en 1953 la autorización del bikini en las playas por parte del gobierno franquista son el argumento de Bikini: Una Historia Real. Un cortometraje del que ayer se ofrecía un adelanto en el marco de Fitur y que se presentará oficialmente en el Festival de Málaga. La cinta está dirigida por Óscar Bernácer y protagonizada por los actores Sergio Caballero, Carlos Areces y Rosario Pardo.
La película se presentará en el Festival de Málaga
«Ni siquiera son pololos» es la única frase que se le oye decir al dictador en el avance del corto pero refleja muy bien la mentalidad de la época y da una idea de cuán revolucionario era el propósito del alcalde de convertir a Benidorm en el primer municipio español que autorizara el bikini en sus playas.
Zaragoza no solo pensaba que las turistas que optaban por el famoso «dos piezas» debían estar cómodas en las playas de Benidorm, sino que además lo puso por escrito mediante un decreto municipal y sancionando a quienes insultasen a sus usuarias. Después, tras las denuncias de los moralistas, decidió que necesitaba que en El Pardo lo autorizasen oficialmente. Finalmente, el alcalde se salió con la suya. El País.

lunes, 20 de enero de 2014

El Fiscal General del Estado no deja debatir sobre la memoria histórica

El Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, no quiere que el Tribunal Constitucional siente jurisprudencia sobre las desapariciones de represaliados durante y tras la Guerra Civil; ni que debata sobre los efectos de la Ley de Amnistía de 1977; ni que se dé respuesta a las observaciones del Comité de Derechos Humanos de la ONU que, en 2008, manifestó su preocupación por “los obstáculos con que han tropezado las familias en sus gestiones judiciales y administrativas para obtener la exhumación de los restos y la identificación de las personas desaparecidas”. El País.
España se resiste a juzgar el franquismo (El País).

Los olvidados













Los olvidados (tráiler original)

domingo, 12 de enero de 2014

Claves de la Transición 1973-1986 (para adultos), Alfredo Grimaldos

No podía ser. El paso de la dictadura fascista, nacional-católica, al régimen constitucional distó mucho de ser Cuéntame. La madurez del pueblo español, repiten los voceros oficiales, unida a la estrategia del consenso y el voluntario sacrificio de las Cortes franquistas; la florentina maestría de los principales dirigentes: Suárez, Juan Carlos I, Carrillo, Torcuato, González, Fraga. El storytelling es conocido. Conocido y falso. Aquello no fue una balsa de aceite. Al contrario. Cambiar, en apariencia, para que nada cambie se asemeja más a la Transición real. La mayoría de los responsables políticos, religiosos, policiales, militares y judiciales siguieron en sus cargos. Estas y otras muchas cosas describe y analiza Alfredo Grimaldos. Los bienpensantes negarán el contenido de este demoledor libro. Un trabajo que conversa con la historia concreta de aquellos años. La CIA al mando de las operaciones. Carrero Blanco asesinado, ay, cerca, demasiado cerca, de la Embajada de EE.UU. De aquellos barros vienen estos lodos. El dilema «reforma o ruptura» fue uno de los mitos del cambio. Aquello no podía ser: todo estaba «atado y bien atado».



La necesaria segunda Transición (Vicenç Navarro)

Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas Universidad Pompeu Fabra

España está viendo el final de un periodo que se inició en la Transición de la dictadura a la democracia, que ocurrió después de la muerte del dictador General Franco. Este lideró una de las dictaduras más crueles que han existido en Europa durante el siglo XX. Nunca debería olvidarse que por cada asesinato político que cometió el régimen fascista liderado por Mussolini, el régimen fascista liderado por el General Franco cometió 10.000, tal como ha documentado el Profesor Malefakis, experto en fascismo europeo, de la Columbia University de Nueva York en EEUU. Esta dictadura se inició en 1939, cuando las fuerzas golpistas que se levantaron en el año 1936 contra un gobierno democráticamente elegido triunfaron con la ayuda del nazismo alemán y del fascismo italiano, que proveyeron el material militar utilizado por el Ejército golpista del que la República carecía.

La brutalidad de aquella dictadura era necesaria para mantener un régimen impopular, que representaba los intereses de una minoría frente a una mayoría -las clases populares de los distintos pueblos y naciones que constituían España-. Era una dictadura totalitaria –y no solo autoritaria- que intentó imponer una ideología totalizante (es decir, que invadía todas las áreas más íntimas del ser humano, incluyendo el sexo y el lenguaje) conocida como nacionalcatolicismo, que era una mezcla de un nacionalismo imperialista asfixiante, que no reconocía la plurinacionalidad de España, y un catolicismo sumamente reaccionario, promovido por una jerarquía eclesiástica que formaba parte de aquel Estado dictatorial (los sacerdotes eran pagados por el Estado y el dictador nombraba a los obispos). No es cierto, pues, que la Iglesia se limitara a apoyar al Estado fascista. No, la Iglesia estaba mucho más involucrada en aquel régimen de lo que ahora admite. En realidad, la Iglesia era parte de aquel Estado y contribuyó a la represión, tanto ideológica como física, de aquel régimen. Muchos tribunales de la dictadura, encargados de la represión, tenían sacerdotes en su seno.

Durante aquel régimen, enormemente represivo y responsable del enorme retraso económico y social de España (cuando el dictador murió, España tenía el gasto público social más bajo de Europa, con el mayor porcentaje de analfabetos en este continente). La resistencia a aquel régimen la lideró el movimiento obrero, convirtiendo a España -en los últimos años de la existencia de la dictadura- en el país europeo donde hubo más días laborales inactivos como consecuencia de huelgas, y más agitación social. Esta agitación político-social, ampliamente apoyada por las clases populares en España, fue determinante para que terminara aquel régimen dictatorial. Recordemos que, aun cuando Franco murió en la cama, la dictadura murió en la calle.

El objetivo de los movimientos progresistas

El objetivo de aquella resistencia contra la dictadura era crear una España justa (la dictadura creó uno de los países con mayores desigualdades sociales existentes en Europa), democrática y plurinacional, en la que los distintos pueblos y naciones que constituyen España pudieran convivir voluntariamente en solidaridad, en un sistema federal. Todos los partidos de izquierda en España, desde el PSOE al Partido Comunista (que lideró la resistencia antifascista), incluyendo otros partidos, tales como los partidos anarco-sindicalistas, compartían también esta visión. Todos ellos siempre habían reconocido (y continuaron haciéndolo durante la clandestinidad) la necesidad de establecer un sistema democrático federal, en el que se incluía el derecho a decidir (que se llamaba, en sus documentos, “autodeterminación”) que tenía que tener cada nación en España (véase mi artículo “Por qué lo nacional está ocultando lo social”, en Pensamiento Crítico). Durante la dictadura, la lucha por la libertad, la democracia y la justicia social, y la lucha por la identidad y la autodeterminación nacional, fueron juntas, siendo las izquierdas las que lideraron estos movimientos.

El que estas movilizaciones determinaran el fin de aquel régimen no significó que hubiera una ruptura con aquel Estado que sostuvo e impuso la dictadura. Los partidos de izquierda eran muy débiles y justo salían de la clandestinidad. La ultraderecha (heredera del régimen fascista), en cambio, continuaba controlando el aparato del Estado bajo el liderazgo del Monarca (nombrado por el Dictador), gestionando para este Estado el proceso de Transición supervisado por el Ejército. De ahí que la democracia resultante de la Transición fuese extraordinariamente limitada y, como consecuencia, el Estado del Bienestar también permaneció muy subdesarrollado (ver mi libro El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias). Los grupos de poder económico y financiero (hegemonizados estos últimos por la banca) continuaron teniendo un enorme peso e influencia sobre el Estado, lo que explica tanto la pobreza de los recursos del Estado (tanto a nivel central como autonómico y local) como la enorme regresividad del sistema fiscal, que ha favorecido sistemáticamente a las rentas del capital (sobre las rentas del trabajo), a las clases sociales de renta superior, y a las grandes familias y grandes empresas que han configurado el espacio económico y financiero en España. Estos grupos y clases sociales, junto con la Iglesia y el Ejército y con la ayuda de los medios de información públicos o privados de mayor difusión (que controlan o sobre los que tienen mayor influencia), continuaron dominando la proyección ideológica del nacionalcatolicismo, negando, entre otras realidades, la plurinacionalidad de España y el derecho a decidir. En realidad, la democracia en España se limitaba a una democracia representativa, muy poco proporcional, orientada al bipartidismo, y que se reducía a votar cada cuatro años, dando gran protagonismo a las élites de los partidos mayoritarios y/o gobernantes, confundiendo la política con el politiqueo de las cúpulas de los partidos. La democracia directa –el poder de decidir-, como referéndums o consultas populares, no existía ni existe prácticamente en España (ni a nivel central, ni a nivel autonómico y local).

La Constitución supervisada por el Ejército

Es interesante resaltar que, en contra de lo que se ha publicado en este país, la Monarquía y el Ejército jugaron un papel clave en el diseño de la Constitución. Ahora, más de treinta y cinco años después, se ha podido saber y documentar lo que muchos habíamos denunciado. Es decir, ni la Transición fue modélica, ni la Constitución era un instrumento que pudiera facilitar el desarrollo del sistema democrático. El Ejército y la Monarquía (que lo lideraba) impusieron una visión nacionalista españolista, negando la plurinacionalidad del Estado español y la autodeterminación de los pueblos y naciones de España, asignando al Ejército la misión de garantizar que la visión derechista del Estado prevaleciera. Y las izquierdas, y muy en particular el PSOE (que había enfatizado en sus documentos la necesidad de conjugar la lucha por la justicia social con la reivindicación nacional y el derecho de autodeterminación), abandonaron por oportunismo el segundo objetivo, convirtiéndose en unos de los máximos promotores de la Constitución.

La irresolución de este problema, creado por la imposición del Ejército y la enorme intolerancia y rigidez de las derechas españolas (ayudadas por las izquierdas gobernantes en el Estado central español) hacia otra visión distinta de España que la actual, llevó, inevitablemente, a la situación actual de enorme enfrentamiento entre Catalunya y el Estado español.

Ni que decir tiene que las derechas catalanas también se beneficiaron de este enfrentamiento, pues permitió establecer una alianza multiclasista, erigiéndose, paradójicamente, en los defensores de la nación catalana. Y digo “paradójicamente” porque han sido responsables de las políticas públicas que han estado dañando a las clases populares de Catalunya, que constituyen la mayoría del pueblo catalán. Los dos nacionalismos, el españolista y el catalanista, instrumentalizados por las derechas, se alimentan el uno al otro, escondiendo detrás del conflicto nacional una alianza de clases (que aparece en su apoyo a las posturas neoliberales que están dañando enormemente al pueblo español y al catalán).

El gran rechazo al Estado español en Catalunya (y en España)

Son estas políticas neoliberales realizadas por las élites gobernantes a ambos lados del Ebro las que han generado un movimiento de rechazo, cuestionando incluso la legitimidad del Estado, pues las élites gobernantes, tanto en España como en Catalunya, están llevando a cabo políticas públicas sin que tengan un mandato popular para realizarlas. Y todo ello lo hacen, consiguiendo lo que siempre han deseado (es decir, el desmantelamiento del Estado del Bienestar en Catalunya y en España, la reducción de los salarios y el debilitamiento del mundo del trabajo). Para alcanzar este objetivo, han tenido el inestimable apoyo de la Troika, que representa los intereses de la patronal financiera (banca y compañías de seguros) europea (y muy en especial la alemana).

Este rechazo ha generado el mayor número de movimientos sociales de protesta que haya existido en Catalunya y en España desde la reinstauración de la democracia. Es un síntoma del enorme hartazgo que, además de social, en Catalunya se traduce en un hartazgo nacional, es decir, un deseo de salirse de este Estado, independientemente de que el ciudadano censado en Catalunya sea independentista o no. En realidad, el dato de mayor relevancia hoy en Catalunya es el gran número de personas que se sienten españolas y que votarían, en cambio, a favor de la independencia. Este movimiento pro “derecho a decidir” está agitando Catalunya y España.

El movimiento Procés Constituent

Entre estos movimientos en Catalunya, ha surgido uno –que yo apoyo-, que se ha puesto al servicio de las clases populares, que desean un cambio profundo en Catalunya, en sus estructuras económicas, financieras, culturales, mediáticas y políticas, democratizándolas a todas ellas, lo cual quiere decir haciendo que estén al servicio de las necesidades de la mayoría de la población. Su programa, expuesto en su Manifiesto de diez puntos, refleja este compromiso, que es radical tanto en su contenido como en su forma. Y entiendo por radical el deseo de ir a la raíz de los problemas. Y un indicador de ello es el compromiso de democratizar Catalunya, hoy muy controlada por una élite (el famoso Félix Millet decía que eran 200 familias) que domina la vida económica, financiera, cultural, mediática y política del país. Es el 1% de la sociedad que el movimiento estadounidense Occupy Wall Street ha hecho famoso como eslogan, y que se ha promocionado para indicar gráficamente el nivel de control de la sociedad por una minoría, lo cual también ocurre en Catalunya (y en España) (ver mi artículo “El problema es mucho mayor que el 1%” en www.vnavarro.org).

Es un movimiento político-social, que no desea ser un partido político. Y se ha extendido en un periodo de tiempo muy reducido a lo  largo del territorio catalán. Su estrategia es la de empoderar a las clases populares, hastiadas del Estado español y del establishment económico, financiero, político y mediático catalán que, en alianza con el establishment español, están dañando el bienestar y calidad de vida de las clases populares. Personas de todas las sensibilidades progresistas tienen en común su dedicación al desarrollo del Manifiesto, incluyendo el compromiso del derecho a decidir del pueblo catalán, al cual se le considera como nación, como depositario de la soberanía de Catalunya. Es el pueblo catalán el que tiene que decidir si quiere ser una comunidad autónoma o formar parte de un sistema federal, o ser un Estado independiente.

Y lo que caracteriza este movimiento no es un sentimiento anti España, pues se siente hermanado con las clases populares que hoy a lo largo del territorio español están luchando por otro Estado, extendiendo el derecho a decidir sobre los temas que la ciudadanía desee a lo largo de todo el territorio español. El objetivo del Procés Constituent es ayudar a establecer una gran alianza de movimientos sociales, partidos políticos, sindicatos, y otras fuerzas sociales y políticas que vaya incrementando su nivel de exigencia (es decir, su radicalismo) para alcanzar una transformación, en la práctica, revolucionaria, de Catalunya (con el rechazo más radical posible a cualquier forma de violencia, considerada como reaccionaria).

Todo ello queda reflejado en el libro Sin miedo. Conversación entre Teresa Forcades y Esther Vivas, que de una manera clara y sencilla explica lo que es el Procés Constituent desde dos sensibilidades distintas. Teresa Forcades, monja benedictina de Montserrat, es independentista debido a su deseo de reivindicar la comunidad más próxima a la población, y cree en la autogestión a todos los niveles, con autonomía y soberanía plena (ver mi artículo “No al sectarismo de izquierdas: en defensa de Teresa”. Público, 08.08.13 y “El sectarismo obstaculiza el debate, no lo facilita”, en www.vnavarro.org). Y Esther Vivas, periodista y socióloga, es y se siente catalana pero no independentista, aunque votaría hoy por la independencia, como harían miles de personas en Catalunya, pues no cree que Catalunya pueda transformarse profundamente siendo parte del Estado español. Hay otras sensibilidades en el Procés Constituent que puede que todavía crean que pueda hacerse el cambio profundo en Catalunya junto con otras naciones y pueblos de España. Ahora bien, todas las sensibilidades apoyan la soberanía del pueblo catalán, punto en común de todos los miembros del Procés Constituent. Pero, independientemente de la sensibilidad de la que se proceda, hay un compromiso de cambiar y revolucionar Catalunya profundamente, democratizándola, lo cual implica una incompatibilidad con el orden económico establecido y con la limitadísima libertad política y mediática existente en Catalunya. Aconsejo la lectura del libro. Creo que sería muy positivo que movimientos semejantes se establecieran también en España. Para aquellos que estén predispuestos, el libro de Teresa y Esther es una referencia que les será útil y de gran valor.

viernes, 3 de enero de 2014

El número total de desempleados registrados se sitúa en 4.701.338







Los datos de empleo que Rajoy esconde (Joan Coscubiela, El Periódico)

El Gobierno acaba de ofrecer los datos de paro registrado (SEPE) de diciembre del 2013 y su optimista interpretación de los mismos. Hace tiempo descubrí que intentar la luz con los datos de empleo el día de su publicación es prácticamente imposible. A la necesidad del Gobierno de turno de “vender su política vistiendo sus datos” se le suma la necesidad de los medios por publicar, y rápido.

Al cabo de unos días aparecen rigurosos análisis técnicos y periodísticos sobre las estadísticas presentadas, pero para entonces la imagen que el Gobierno quería generar ya está instalada en el imaginario de la gente. Y por eso cambian los gobiernos, pero no las estrategias comunicativas, porque les resulta útil. Pero que sea difícil intentar la luz no significa que debamos callar. Vamos a intentarlo de nuevo.

Primero: los datos del SEPE (antiguo Inem) sirven para analizar el número de parados registrados, con todos los matices y restricciones que supone la definición de “parado registrado”. En cambio, no sirven para analizar la evolución del empleo porque, como sucede en estos momentos, menos desempleo no significa necesariamente más personas ocupadas. Los datos del SEPE también sirven para conocer la evolución de los contratos laborales registrados en un mes, que no es lo mismo que la modalidad de contratos que tienen las personas afiliadas en la Seguridad Social. En lo primero cuentan papeles, y en lo segundo, personas –con el matiz de los pluriempleados–. Y el SEPE sirve también para medir la evolución del nivel de cobertura de las prestaciones de desempleo; es decir, cuántas de las personas paradas reciben alguna prestación, y de qué tipo y cuantía media.

Segundo: para analizar la evolución del empleo resulta mucho más útil la EPA, que tiene una naturaleza muestral, con todo su margen de error y de interpretación. Y también resulta útil el registro de afiliación de la Tesorería de la Seguridad Social, siempre que se analice en detalle, sobre todo por regímenes y por modalidades de contrato, sin olvidar los datos de Contabilidad Nacional sobre empleo a tiempo completo que publica el INE.

Tercero: el 3 de enero del 2014 disponemos de los datos del SEPE de diciembre de 2013, de la EPA del tercer trimestre de 2013 –la de final de año no se publica hasta el 30 de enero– y los datos de afiliados de la Seguridad Social hasta diciembre de 2013. Y lo que dice la combinación de estas tres estadísticas diversas en su metodología y los datos que analiza, no es como para tirar cohetes.

Cuarto: de todos los datos disponibles, el menos malo es que durante el 2013 se ha reducido el ritmo de destrucción de empleo, lo que no significa que se esté creando empleo. Y además con muchos matices en esta afirmación, porque lo más significativo de lo que está sucediendo es la transformación de empleo indefinido en temporal y de empleo a tiempo completo en a tiempo parcial. Eso significa que la economía no crea empleo neto, pero que la reforma laboral de PP y CiU ha propiciado una distribución no solidaria y precarizadora del empleo existente. Intentaremos demostrarlo.

Quinto: la EPA del tercer trimestre del 2013, la última disponible, confirma que la reducción del desempleo obedece más a una caída de la población activa –personas en edad y disposición de trabajar– que a un crecimiento del empleo. El diferencial entre octubre del 2013 y el 2012 es de menos 370.400 personas activas. Y la evolución de los ocupados entre octubre de 2013 y 2012 fue de 497.100 menos. Es verdad que los datos son menos malos que otros años; pero nada buenos, porque la caída de la población obedece en parte a un efecto desánimo en la búsqueda de empleo.

Sexto: los datos de la Seguridad Social del 2013 aportados el viernes por el Gobierno confirman dos cosas: que a finales del 2013 hay 85.041 afiliados menos que hace un año, y que esta reducción de afiliados es mucho menor que la producida en los otros ejercicios de la crisis (menos 841.465 afiliados en el 2008 respecto al 2007 y menos 218.857 en el 2010 respecto al 2009).

Séptimo: esta reducción en el ritmo de caída de los afiliados a la Seguridad Social, siendo cierta, debe ser matizada, porque en términos de empleo equivalente a tiempo completo la supuesta mejoría es mucho menor de lo que parece. Y ello obedece a que durante el 2013 ha mejorado el volumen de personas inscritas en la Seguridad Social, pero ha empeorado significativamente la calidad de sus contratos. Se ha sustituido empleo a tiempo indefinido por temporal, y sobre todo a tiempo completo con empleo a tiempo parcial.

Octavo: los datos de Contabilidad Nacional del tercer trimestre del 2013 (INE) dan 13.579.800 empleos equivalentes a tiempo completo, exactamente 515.300 menos que hace un año. Y eso mismo es lo que detectan los datos desglosados de afiliados a la Seguridad Social del 2013. A pesar de que no me ha parecido verlos en la nota facilitada por el Gobierno a los medios de comunicación, se pueden obtener de la web de la Tesorería de la Seguridad Social.

Noveno: lo que dicen los datos desglosados por tipo de contratos del Régimen General de la Seguridad Social confirma los datos de Contabilidad Nacional del INE. No hay más empleo: lo que se ha producido es un trasvase de empleo a tiempo completo a tiempo parcial. Así, en diciembre del 2013 hay 6.115.158 afiliados con contrato indefinido a jornada completa, que son 208.777 menos que los 6.323.935 existentes a comienzo del 2013. En cambio, han aumentado los contratos indefinidos a tiempo parcial en 3.646 entre diciembre y enero del 2013. Pero los afiliados que más han aumentado son los que tienen contratos temporales a jornada completa, de los 1.688.131 de enero de 2013 a los 1.788.862 de diciembre –un crecimiento de 100.731–. Y sobre todo, han crecido los temporales a tiempo parcial, que han pasado de 1.264.571 a comienzos de año a los 1.396.625 en diciembre 2013, 132.054 más contratos temporales a tiempo parcial.

Décimo: el resumen de todos estos datos es que en España no se está creando empleo, sino que, simplemente, se está transformando el que existe a más precario. Entiendan ahora por qué el decreto ley 16/2013 para “flexibilizar el empleo parcial”. Como no se crea empleo, hay que distribuirlo de manera insolidaria. Como no cambia la realidad, que cambie la imagen que reciben los ciudadanos. Eso es exactamente lo que ha hecho este viernes el Gobierno.

Addenda: Y si el empleo no mejora, lo que claramente empeora son los niveles de cobertura de las personas desempleadas. La tasa de cobertura –personas que reciben alguna prestación en relación a las registradas como desempleadas– ha caído hasta el 61,43%, un 8 % menos que a finales del 2011, que era del 69,2. Y también ha caído la calidad de esta cobertura. Mientras que en 2011 la mitad de los que recibían prestación era contributiva, 2 años después, en el 2013, las contributivas solo son el 46,4 del total de personas que la reciben. O sea, 1.237.900 personas de un total de 4.727.814 desempleados registrados, escasamente el 26%. No resulta extraño que el aumento de la desigualdad, de la pobreza y de la pobreza extrema se haya disparado, aunque Rajoy se atreva a decir que sobre pobreza no hay estadísticas.

"une Nation d’illettrés"

 “Les connaissances des jeunes entrant en quatrième en 2023 ont fait l'objet d'une évaluation nationale portant sur 7 039 établissem...