Dimite el ministro de Justicia
Fernández Bermejo, en una imagen tomada el pasado día 18. | Efe
- Lo justifica por la 'utilización' que se está haciendo de su encuentro con Garzón
- El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes lo sustituirá en el cargo
El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha hecho pública su dimisión durante una comparecencia ante la prensa en la sede de su departamento en la que no ha aceptado preguntas. Francisco Caamaño, hasta ahora secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, será su sustituto. Según fuentes del entorno de Bermejo, fue el pasado jueves cuando presentó su dimisión ante el presidente del Gobierno.
La dimisión de Bermejo se produce después del escándalo político que se ha producido por la participación del ministro en una cacería en Jaén junto al juez Baltasar Garzón cuando éste estaba instruyendo un sumario sobre presunta corrupción que afecta a miembros del PP. Estos hechos fueron destapados por EL MUNDO, diario que también descubrió que el ministro no contaba con la licencia obligatoria para cazar en Andalucía y que utilizaba para uso personal una finca estatal en Quintos de Mora (Toledo).
El hasta ahora titular de Justicia, que ha señalado que ha comunicado esta mañana su renuncia al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el palacio de la Moncloa, ha dicho que no puede tolerar la "utilización" que se está haciendo de su encuentro con Garzón "en contra del proyecto del Gobierno del PSOE".
Mariano Fernández Bermejo aseguró que dimite de su cargo porque están utilizando asuntos personales en contra de un proyecto, que calificó de "ilusionante". Por ello, indicó que lo mejor es que "siga otro", mientras que él continuará con su ilusión en una nueva etapa como diputado en el Congreso de los Diputados. "Nadie debe de estar amarrado en un puesto si no es para servir", sentenció.
"Uno no ha venido aquí para estar pegado al banco sino a trabajar por un enorme proyecto en el que creo, creía y sigo creyendo", dijo. Según añadió, en el momento en el que "uno percibe que no solo no está en condiciones de hacerlo sino que está siendo utilizado contra ese proyecto, la labor que le queda por delante es marcharse a otro lado con esa ilusión".
Fernández Bermejo se convierte así en el primer ministro de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero que se ha visto obligado a dimitir por una importante controversia política y ante la presión de la oposición, a la que, en cierta medida, se ha sumado la de los propios socialistas.
En los últimos días distintos dirigentes socialistas habían mostrado su incomodidad con las actividades privadas del ministro. Hoy mismo Patxi López aseguraba en una entrevista en EL MUNDO que no le gustaba ni a él ni a ningún socialista la cacería de Bermejo, posición a la que se ha sumado José Bono en una entrevista en Onda Cero. Previamente, el ex-ministro Jerónimo Saavedra había pedido la renuncia del titular de Justicia.
La dimisión del ministro de Justicia también se produce después de que el pasado día 18 los jueces españoles llevaran a cabo la primera huelga de su historia.
El PP exige las explicaciones de Zapatero
Tras conocerse la renuncia de Bermejo, el portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, afirmó en una comparecencia ante los medios que sigue sin aclarase "lo más grave, la connivencia de Bermejo con Garzón y con el jefe de la Policía Judicial". El dirigente 'popular' exigió a José Luis Rodríguez Zapatero que "explique las relaciones del Gobierno con el Poder Judicial".
Mientras, el presidente del PP, Mariano Rajoy, calificó de "muy buena noticia" y de "dimisión obligada" la renuncia del ministro de Justicia, después de recordar que su partido político lo venía pidiendo desde hace "días". "En democracia los gobernantes deben observar unos comportamientos que el ministro dimitido no observa", afirmó en O Cebreiro (Lugo).
Según fuentes cercanas al ex ministro citadas por Efe, Bermejo se entrevistó el jueves con el jefe del Ejecutivo y con la vicepresidenta del Gobierno y puso su cargo a disposición de los mismos. Tanto Zapatero como De la Vega le emplazaron entonces a una nueva reunión, que se ha celebrado esta misma mañana en el Palacio de la Moncloa, donde Bermejo ha vuelto a presentar su renuncia, que ha sido aceptada por el presidente del Gobierno.
El Ministerio de la Presidencia ha hecho pública una nota de prensa en la que señala que el jefe del Ejecutivo ha agradecido al hasta ahora ministro "el esfuerzo y la dedicación con los que ha desempeñado su tarea al frente del departamento de Justicia en estos años".
Frascisco Caamaño, quien tomará posesión de la cartera de Justicia mañana en el Palacio de la Zarzuela, es un hombre de confianza de María Teresa Fernández de la Vega. Desde 2004 es secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y llevó buena parte del peso de la negociación del Estatuto catalán cuando este fue remitido en 2005 a las Cortes para su tramitación.
La trama de Madrid se cobra las cuatro primeras cabezas en el PP
• Rajoy abre otra investigación interna en el partido y es desobedecido por uno de los destituido.
Pero esto es un resumen de una larga jornada que se vivió ayer en el PP y que, en algunos momentos, adquirió tintes de sainete. Valga como ejemplo el momento en el que Mariano Rajoy anunciaba en su sede que el alcalde de Boadilla dimitía y, casi a la vez, el aludido lo negaba en las puertas de la Audiencia Nacional. El final de esta pieza lo puso Esperanza Aguirre, que decidió entrar en escena a media tarde para poner orden.
COGER LAS RIENDAS
Este nuevo lunes negro de Rajoy (ya acumula varios en su biografía política) comenzó temprano, con la reunión de su comité de dirección. Allí se habló principalmente de corrupción. En su entorno había tomado fuerza la idea de que esta vez era el líder y no segundos espadas quien debía dar la cara y, de paso, exhibir autoridad.
Rajoy aceptó la sugerencia. Apareció en la sala de prensa del partido a las 12.45 horas, con sus vicesecretarios --su número dos, María Dolores de Cospedal, no estaba--; su jefe de gabinete y su responsable de justicia. Arrancó su discurso: admitió que algunos empresarios que investiga Garzón han sido "proveedores" de servicios al PP, pese a que el sumario que se está instruyendo es secreto y él, matizó, lo desconoce.
"FILTRACIONES"
El líder del PP anunció otra investigación interna "a nivel nacional y regional" (en Madrid y Valencia) y cargó contra las "filtraciones" a los medios ya que, según apuntó, "hacen daño al PP en su conjunto". Y señaló que pediría amparo en la Audiencia Nacional y en el Consejo General del Poder Judicial, además de personarse en la causa. Eso sí, restó importancia al hecho de que hayan sido exediles del PP los que hayan favorecido que este caso salga a la luz.
"Todas las contrataciones que ha hecho esta casa se han hecho en el marco de la legalidad", garantizó Rajoy, que añadió que tampoco ha recibido donaciones de los detenidos. "Si algún militante hubiera hecho algo ilegal, o que no se ajuste a los comportamientos que cualquier dirigente político debe mantener en el ejercicio de su cargo, el PP actuará con toda contundencia", agregó.
Asimismo, reconoció que, cuando supo en el 2003 que empresas como Special Events trataban de conseguir contratos usando fraudulentamente el nombre de su partido, cortó relaciones con ellas. Y si se enteró, ¿por qué no lo denunció entonces?, se le preguntó. "No me pareció que aquello fuera una actividad delictiva", respondió.
UNA DIMISIÓN CONFUSA A
continuación, comunicó que el alcalde de Boadilla había puesto su cargo a disposición del PP, pese a declararse inocente. Aceptaba el gesto por el bien de la imagen del partido. ¿Y quién se lo había dicho a Rajoy? Pues la propia Esperanza Aguirre, que, según especificó, le autorizó a contarlo. Pero mientras, el afectado desautorizaba al líder sin pudor y negaba su dimisión.
CONFUSIÓN
Nadie entendía nada de lo que ocurría en el PP. ¿Quién decía la verdad? ¿Quién dimitía? En medio del caos, el PP de Madrid trató de arreglar el entuerto. Así, su secretario general, Francisco Granados, aclaró que se había reunido a las diez de la mañana con el alcalde de Boadilla y que había obtenido su compromiso de dimisión. Granados se lo dijo a Aguirre, y esta, a Rajoy. Y Rajoy, a los periodistas. Al mismo tiempo, el regidor de Boadilla se veía con el juez Baltasar Garzón. No estaba imputado. De momento, pese a las revelaciones sobre sus supuestas y sospechosas posesiones en Miami. El alcalde reculó y decidió que no se iba.
AGUIRRE TERCIA
Granados telefoneó a González Panero y le avisó de que o se marchaba o le echaban. Ninguno cedía. Se convocó una reunión con los ediles de Boadilla. Siete y media de la tarde. Aguirre convocó con urgencia a la prensa. A saber: anunció la dimisión de su consejero Alberto López Viejo --por contratar servicios con esas empresas--, así como la del exalcalde de Majadahonda, que hasta ayer dirigía una sede comercial madrileña.
Aguirre sostuvo que el PP de Madrid, desde que ella lo preside, no tiene relación con los investigados y que la reunión de Granados con el equipo de Boadilla daba frutos: hoy se irán el alcalde y su número dos. En total, cuatro cabezas en la cuenta de Aguirre, que insistió en la presunción de inocencia. Igual que con el espionaje, aunque ahí no dimite nadie. Es evidente que el PP tiene distintas varas de medir. Como en Valencia, donde ser imputado --como Carlos Fabra-- no implica, siquiera, perder la militancia en el partido.
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Nota del editor. La divertida respuesta de la derecha en la prensa afín:
Así se compra a un alcalde del PSOE
En mayo de 2005 se grabó un vídeo en el que un promotor da dinero (cerca de 30.000 euros) a un alcalde socialista de Almería. ABC.es tiene el documento