Desde que se presentó el ERE, Javier Moreno, director del rotativo, ha presionado y amenazado, según el comité de empresa, a los redactores para que no dejasen sin firmar las informaciones que habían elaborado. Siguiendo órdenes de Cebrián, el director ejerció sus presiones directamente y a través de los subdirectores y redactores jefes. Esa actuación de Moreno provocó un divorcio irreversible entre la Redacción y su director. aquí.
Enésimo capítulo críticas de colaboradores del rotativo que la dirección se ha encargado de acallar. Los responsables del diario eliminan una referencia a Enric González y otra a las diferencias entre retribuciones salariales en la opinión del historiador. aquí.