miércoles, 22 de mayo de 2013

Curso rápido de Historia


Ahora que los historiadores denuncian la decisión del ministro de Defensa de vetar la desclasificación de 10.000 documentos militares de los años 1939 a 1968 que estaban listos para su publicación, conviene recordar que también sobre la documentación histórica del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación pesa el manto de un secretismo más incomprensible aún, si cabe.
En octubre de 2010, siendo ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos, el Consejo de Ministros declaró materia clasificada la práctica totalidad de la actividad diplomática del Estado, sin límite temporal alguno. Innumerables investigaciones históricas se han visto interrumpidas desde entonces como resultado de este cerrojazo documental, y muchas han tenido que abandonarse por completo.

Cuando EL PAÍS denunció esta situación, impensable y sin parangón en cualquier otra democracia, el actual titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, anunció de inmediato una corrección. Sin embargo, casi un año después los investigadores seguimos esperando que el ministro cumpla su promesa.
Entre tanto, el señor García-Margallo decidió cerrar de la noche a la mañana el archivo de Exteriores y transferir sus fondos al Archivo Histórico Nacional y al Archivo General de la Administración, dependientes del Ministerio de Cultura. La escasez de medios materiales y humanos en ambos centros hace temer que no se pueda consultar un solo documento en años, suponiendo que previamente se haya levantado la clasificación de secreto o reservado que todavía pesa sobre todos ellos. Un panorama de pesadilla para la investigación histórica.
Está en la mano de los máximos responsables de Defensa, Exteriores y Cultura acabar con situaciones que no solo nos avergüenzan a los historiadores españoles ante nuestros colegas extranjeros, sino que vulneran el derecho de todos los ciudadanos a acceder a documentación pública de carácter histórico insustituible para la reconstrucción de nuestro pasado.

Carlos Sanz Díaz
Profesor de Historia Contemporánea, Universidad Complutense de Madrid

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Lo que antecede es el texto de la Carta al Director que EL PAÍS publicó en su edición del pasado 5 de mayo y que puede consultarse en el enlace siguiente:



NOTA SOBRE ANTECEDENTES
La situación de los documentos clasificados del Ministerio de Defensa ha sido denunciada recientemente por los historiadores Francisco Espinosa Maestre, Mirta Núñez Díaz-Balart y Manuel Álvaro Dueñas con el respaldo de un centenar de investigadores, entre ellos Ángel Viñas y Paul Preston. Dos periódicos de tirada nacional se han hecho eco:
Eduardo del Campo: “El búnker de la Historia de España”, El Mundo, 6 de mayo de 2013.


Tereixa Constenla: “La ley de los secretos para siempre”, El País, 8 de mayo de 2013.



Por otra parte, el periodista Antonio Rodríguez, pionero en tratar esta cuestión, ha publicado recientemente en su blog en la revista Tiempo documentación adicional de gran interés:





Sobre la situación de la documentación secreta y reservada de Exteriores:
Miguel González, “Exteriores blinda todos sus documentos”, El País, 3 de junio de 2012.


Miguel González, “Exteriores revisará el acuerdo que declara secretos todos sus documentos”, El País, 5 de junio de 2012.

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