Un día de clase en el colegio concertado de El Clot (Barcelona)
Es uno de los centros de los jesuitas catalanes que han cambiado su metodología
Han tirado tabiques y tarimas y en las clases priman los proyectos y el trabajo en equipo
Las clases magistrales han sido reducidas a la mínima expresión
'El maestro ha dejado de ser el que todo lo sabe, ahora acompaña y guía al alumno'
'Los exámenes no van a servir para nada. Las oposiciones tienen los días contados'
En el colegio católico concertado de El Clot, antiguo centro de reunión de los trabajadores de la metalurgia durante los años 70 en Barcelona, los curas hicieron la revolución el pasado mes de septiembre. Se cargaron los libros de texto, la semana de exámenes finales y el tradicional esquema de asignaturas, derribaron tabiques y tiraron a la basura las tarimas. Los viejos pupitres de color verde pálido fueron reemplazados por sillones chill out. Modernizaron todo, hasta los crucifijos. Ahora son de una sencilla madera nórdica y ha desaparecido de ellos la figura del Cristo agonizante. El Mundo