ALEJANDRO GAMERO
— 29/04/2015
En el cuento «La biblioteca de Babel»,
incluido en Ficciones, Borges imagina una biblioteca que parece infinita. Y
digo parece porque no lo es. La biblioteca está compuesta por un número
indefinido de galerías hexagonales e idénticas, conectadas entre ellas, cada
una con cinco largos anaqueles y un total de treinta y dos libros iguales en
cada uno de ellos, con 410 páginas por libro, 40 renglones por página y 80
símbolos por renglón. Pero aunque el número de combinaciones es prácticamente
inabarcable para el ser humano, es finito al fin y al cabo. Esta biblioteca,
que Borges describe como «ilimitada y periódica» y que es símbolo del Universo
mismo, contendría todos los libros posibles, ordenados de forma arbitraria.
Con esta descripción más de uno habrá
pensado que lo más parecido a la biblioteca digital imaginada por Borges es
Internet mismo. Sin embargo, el escritor y programador Jonathan Basile ha dado
un paso más construyendo una réplica digital lo más exacta posible del universo
ideado por el autor argentino. Basile, que en un primer momento se mostró muy
sorprendido de que hasta ahora nadie hubiera tenido la idea de construir un
sitio así, decidió ponerse manos a la obra y siguiendo al pie de la letra las
indicaciones de Borges puso en marcha LibraryofBabel.
La página web tiene, en teoría, todo aquello
que imaginó Borges: un número indefinido de textos de 410 páginas, 40 renglones
por hoja y 80 símbolos por renglón, formados por la combinación aleatoria de
1.312.000 caracteres, incluyendo espacios, comas y puntos. De esta forma, la
página contiene cualquier libro que se haya escrito o que se vaya a escribir ‒y
cualquier canción, guión, artículo y texto escrito en general‒. En la
actualidad contiene más de un millón de volúmenes, pero imagino que la cifra
subirá rápidamente teniendo en cuenta que generar un volumen es tan sencillo
como darle a un botón.
El resultado, aunque pueda parecer extraño,
porque es casi imposible que las combinaciones de caracteres tengan algún
sentido, sería en realidad el mismo que tendría cualquier persona que se
paseara por la Biblioteca de Babel de Borges y cogiera un libro al azar,
páginas y más páginas formadas por palabras sin sentido, así que creo que
Basile ha conseguido una réplica casi perfecta.
Según su creador, además de replicar la
biblioteca de Borges el proyecto pretende servir de fuente para posibles
estudios, de inspiración para escritores y artistas y como un sitio en el que
cualquier persona con curiosidad podrá reflexionar sobre la rareza de la existencia.
En definitiva, como en cualquier otra biblioteca. Enlace.