El 11 de septiembre de 1973 se transformó en un negro día para la historia
de nuestro país. Augusto José Ramón Pinochet, comandante en jefe del Ejército
de aquel entonces, lidera un golpe de Estado que estaría marcado por las
reiteradas violaciones a los derechos humanos.
Fueron 17 años que dejaron más de 28.000 presos políticos, los que fueron
torturados, 2.298 ejecutados y 1.209 detenidos que aún se encuentran
desaparecidos.
Un año después del golpe militar nació la Dirección de Inteligencia
Nacional (DINA) liderada por Manuel ‘Mamo’ Contreras, la que tenía como
objetivo eliminar a todas aquellas personas que significaban un peligro para la
continuación del “gobierno militar”.
Durante aquella época, los cineastas fueron fuertemente acallados y
obligados a abandonar nuestro país. Entre ellos se encuentra el documentalista
Patricio Guzmán, quien fue detenido y llevado hasta el Estadio Nacional dado
que en ese tiempo se encontraba trabajando en “La batalla de Chile”, filme
dedicado al último año del Gobierno de Salvador Allende. Además de él también
debieron abandonar Chile Miguel Littin (El Chacal de Nahueltoro), Raúl Ruiz
(Tres tristes tigres) y Helvio Soto (Llueve sobre Santiago). Estos cineastas trabajaron arduamente para que el mundo se enterara de los
crímenes que se cometían durante la dictadura de Pinochet, pero ellos no fueron
los únicos, ya que algunos directores -casi en la clandestinidad- trabajaron en
piezas audiovisuales que retrataban lo más duro del golpe militar.