Evaluación positiva
La evaluación es una parte esencial de la formación. Se trata de dejar atrás la consideración de la
evaluación como una sanción y como una
forma para el profesor de ejercer su autoridad. La evaluación es
parte de los contenidos y del proceso formativo sin poner en riesgo ni la
autoestima ni la confianza en sí mismo de los alumnos. La evaluación positiva
busca, sin necesidad de notas cifradas, que cada estudiante progrese a
su propio ritmo en función de su propia singularidad.
Los alumnos
prefieren no responder a equivocarse; no hacer nada a enfrentarse a la dificultad (inherente a todo proceso
de aprendizaje). Es la escuela del miedo a equivocarse y a atraverse a
tomar las riendas del propio proceso de aprendizaje. Es más facil huir o buscar
excusas -« es muy dificil », « es un profesor muy
exigente », « no tengo tiempo »- que enfrenterse a la
realidad : no hay aprendizaje sin error. La evaluación positiva supone,
primero que nada, una valoración radicalmente distinta del error.