lunes, 4 de diciembre de 2017

Érase una vez un asalto sexual o por qué hay que modernizar los viejos cuentos de hadas

El origen de 'La Bella Durmiente' es una historia de una violación en la que el agresor termina casándose con la víctima. eldiario.es

¿Y si enseñamos a las niñas a ser valientes, en vez de ser perfectas?
En la década de 1970 una psicóloga de la Universidad de Columbia realizó una serie de experimentos con niñas y niños que arrojaron resultados inesperados. Esta psicóloga trabajó con estudiantes de quinto grado para ver cómo lidiaban con un material nuevo y complicado. Entonces se dio cuenta de que las niñas eran más propensas a abandonar la tarea, y lo hacían, como media, antes que los niños. Curiosamente, mientras más brillantes eran las niñas y más alto era su cociente intelectual, más rápido tiraban la toalla. Esas niñas mostraban una conducta de indefensión aprendida. Los niños brillantes se comportaron de manera diferente. Asumieron aquella actividad como un reto intelectual que les llenó de energía y les motivó a redoblar sus esfuerzos.
¿Qué sucedió? ¿Por qué las niñas se muestran más vulnerables y menos confiadas que los niños de su misma edad? En realidad, en quinto grado la mayoría de las niñas aventajan a los niños en todas las materias, incluyendo Matemáticas. Por tanto, la diferencia en sus comportamientos no tiene que ver con la falta de habilidad o los conocimientos adquiridos sino más bien con la forma de enfrentar los retos.
Mientras que los niños asumían que no lograban solucionar los problemas porque estos eran más complicados, las niñas comenzaban a dudar rápidamente de sus habilidades, perdían la confianza y abandonaban la tarea. Estas niñas también solían pensar que las habilidades eran inmutables, mientras que los niños asumían que se podían desarrollar a través del esfuerzo.
Lo peor de todo es que estas creencias y formas de comportarse se mantienen en la adultez. De hecho, se ha apreciado que los hombres se presentan a un empleo aunque solo cuenten con el 60% de las habilidades demandadas. Al contrario, las mujeres solo se atreven a presentarse para el puesto si tienen el 100% de la cualificación.
¿Cómo es posible que tengamos una actitud tan diferente ante los retos? La respuesta se halla en la educación, una educación que ha enseñado a los niños a ser valientes y asumir retos y a las niñas a ser perfectas y actuar con cautela.
Niños valientes, niñas perfectas...
Es difícil, o más bien imposible, borrar siglos de tradición de un plumazo. Aunque hemos avanzado mucho en materia de igualdad de géneros, en el inconsciente colectivo y en lo más profundo de nuestras mentes aún anidan muchas ideas sexistas.
Por eso, los padres siguen educando a sus hijos para que no tengan miedo y no lloren mientras que a las niñas se les exige que no anden desaliñadas, que sean perfectas y se comporten con mesura.
Aún educamos a niños que, con buena suerte, se convertirán en los caballeros que salven a las damiselas en apuros. Y educamos a las niñas para que esperen ser rescatadas, porque su misión no es luchar, sino mantenerse perfectas a pesar de la tormenta.
A las niñas se les enseña a sonreír, se les exige que saquen buenas notas y se les prohíbe que lleguen a casa cubiertas de barro porque han estado jugando. Con los niños los padres suelen ser más permisivos, les permiten que jueguen al aire libre, que se ensucien y suban a los árboles. De hecho, muchos de esos comportamientos se premian ya que demuestran lo valientes que son. De esta forma se les anima a asumir riesgos.
Al contrario, a las niñas se les incita a mantenerse alejadas de los riesgos, se les pide que se mantengan en un discreto segundo plano, a salvo y dentro de su zona de confort. A menudo se les elogia por lo bien que se comportan, casi siempre por mantenerse calladas, y por su simpatía. De esta forma, sin darse cuenta, los padres limitan las potencialidades de las niñas, quienes muy pronto aprenden que de ellas no se espera lo mismo que de los varones.
Así, la mayoría de las niñas terminan convirtiéndose en mujeres que asumen solo los riesgos imprescindibles y que ante los problemas piensan que algo anda mal en ellas. Por eso, no es extraño que las mujeres sufran más depresión y ansiedad que los hombres.
Sin embargo, cuando enseñamos a las niñas a ser valientes y formamos a su alrededor una red de apoyo que las anime, van a hacer cosas increíbles porque tienen un enorme potencial.

Los niños a la pista, las niñas a las orillas: el machismo de patio de colegio
Intelligence : les stéréotypes influencent les petites fillesÉgalité des filles et des garçons
Égalité des filles et des garçons

Sylvie Ayral, La fabrique des garçons. Sanctions et genre au collège. Paris, PUF, 2011.

La grande majorité (80 %) des élèves punis au collège sont des garçons. Comment expliquer ce chiffre en contradiction avec le discours égalitaire officiel ? Pourquoi n’attire-t-il pas l’attention des équipes éducatives ?
Ce livre propose d’interroger la sanction à la lumière du genre. Il montre l’effet pervers des punitions qui consacrent les garçons dans une identité masculine stéréotypée et renforcent les comportements qu’elles prétendent corriger : le défi, la transgression, les conduites sexistes, homophobes et violentes.
L’ouvrage, fruit d’une recherche exigeante, explore toutes les facettes de cette hypothèse en interrogeant les règlements intérieurs, les registres de sanctions et en donnant la parole aux élèves et aux adultes. Il nous présente, de façon drôle ou émouvante, les dessous de ces rapports de sexe qui forment la trame sensible ou violente de la vie quotidienne au collège.
Aux antipodes de la tolérance zéro et du tout répressif, l’auteur plaide pour une éducation non sexiste, une mixité non ségrégative et la formation des enseignants au genre. Ces propositions apparaissent comme une urgence si l’on veut enrayer la violence scolaire.

El mito de la Reconquista y la visión tradicional de España aún perviven en los manuales de bachillerato | Público

 Dos investigadores analizan una treintena de libros de texto desde la Transición a nuestros días y certifican que los avances de la histori...